Cuatro años fueron suficientes para que los bogotanos tuvieran más y mejores bibliotecas (El Tintal,l y Virgilio Barco).
La magia de los libros se gestionó mediante lo interinstitucional con la biblioteca Luis Ángel Arango, una daacute;s consultadas del mundo. «La red fue un proyecto en el que soñar sobre lo que era mejor para la ciudad. Trabajamos bajo el modelo de Red de bibliotecas que el establecen las mismas en forma individual. Buscábamos un nivel interesante que permitiera acercar un volumen importante de libros a lasades», recuerda su gestora, Cecilia María Vélez White.
Además de los servicios de consulta, landa cursos gratuitos de internet y computadores a sus usuarios desde niños curiosos hasta agradecidas de otra edad.
El sueño de una sociedad que tenga reciprioridad los libros y que sabe respetarlos se está cumpliendo gracias a la red.