Con una base de jugadores criollos, el Once Caldas le entregó este año a Colombia el segundo título en la Copa Libertadores de América, superando en la final a Boca Juniors de Argentina.
La victoria, además del rendimiento deportivo y la destacada orientación del técnico Luis Fernando Montoya, es fruto de un trabajo planificado de los dirigentes manizalitas, que convirtieron a este club en un ejemplo de organización, transparencia y manejo.