Era el momento por el que se trabajó, se sudó, se luchó y se dejó el alma durante cuatro años: los Juegos Olímpicos. Allí, un grupo de ocho personajes de alto calibre le brindó al país la mejor presentación en la historia: Mariana Pajón (BMX), Óscar Figueroa (pesas) y Caterine Ibargüen (salto triple), ganadores del oro; Yuri Alvear (judo) y Yuberjén Martínez (boxeo), plata; Luis Javier Mosquera (pesas), Íngrid Valencia (boxeo) y Carlos Ramírez (BMX), bronce, son los protagonistas de la mejor figuración colombiana.
Fueron 17 días de concentración, competencias y emoción. Las energías, los nervios y la preparación se vieron expresadas en las diferentes pistas de Río de Janeiro. Eso lo entiende Carlos Alberto Ramírez: “Esta cosecha de triunfos no se da de la noche a la mañana, hay mucho detrás de todo esto, mucho trabajo, y seguiremos luchando por los nuevos retos”.
El Olimpo es el sorbo más grande que han dado en sus carreras y esperan que ellos, y más compatriotas, puedan seguir saboreándolo.
Un mes después de los convencionales, vino el turno para un grupo de deportistas que tienen condiciones diferentes: sufren algún tipo de discapacidad, pero eso no les impide destacar en sus pruebas. Carlos Serrano (oro, plata y bronce en natación), Mauricio Valencia (oro y bronce en lanzamiento), Nelson Crispín (tres platas en natación), Fernando Lucumí (plata en atletismo), Moisés Fuentes (bronce en natación), Martha Hernández, Maritza Arango (2), Wéiner Díaz, Yesenia Restrepo, Luna Rodríguez, Marcela González (bronce en atletismo), Edwin Matiz y Diego Dueñas (bronce en ciclismo) fueron los héroes en los Juegos Paralímpicos.
“Me siento honrada de saber que nuestros esfuerzos y sacrificios no han sido en vano, lo entregamos todo por nuestro país y lo importante es dejar un legado para las nuevas generaciones”, expresa Yesenia Restrepo. Esto sirvió para que el país mire a estos deportistas con otros ojos: no con lástima, sino con alegría.