El turismo puede ser la salvación de Colombia
El sonoro apodo de «Pum Pum» ha hecho que la mayoría de los colombianos relacione a María Paulina Espinosa de López más con el campo político que con el administrativo. Y aunque se ha desempeñado en ambos, se confiesa más ejecutiva que parlamentaria: «prefiero programar proyectos y sacarlos adelante».
Consigue lo que se propone y su «Pum Pum» proviene más de su explosivo y entusiasta carácter. Ese que la lleva a ser ordenada, perfeccionista, ejecutiva y muy exigente. El mismo que la lleva a trabajar por Colombia porque es consciente de su importancia y de las maravillas que tenemos.
Abogada, periodista, trabajadora social y locutora, María Paulina Espinosa se siente «perfectamente realizada y feliz» con su trabajo en el campo del turismo, el cual aspira sacar adelante porque «estoy convencida de que puede ser la salvación de Colombia».
Venta de ilusiones
«El turismo es una venta de ilusiones que la gente siempre está receptiva a recibir», afirma la María Paulina. «Además, es un aliciente muy importante para el bienestar de la familia y del país.
Cuando uno se da cuenta que una cama hotelera produce 10 empleos, entiende que es el sector de la economía que produce los más altos índices de empleo en el mundo».
Unas por otras
Larga sería la lista de ejecutorias que ha logrado María Paulina Espinosa de López a lo largo de su vida y que hoy la destacan como ganadora de El Colombiano Ejemplar en Turismo, categoría Persona. Cuando ocupó su primer cargo público como Directora de Cultura y Turismo de Bogotá, remodeló la Media Torta, organizó el camino al Cerro Monserrate, consiguió sede para la Academia de Bellas Artes.
Luego creó el inventario turístico de Cundinamarca, desarrolló los circuitos turísticos y los termales de este departamento, y le dio importancia a las ferias patronales para jalonar turismo interdepartamental.