Cuando el deporte integra los pueblos
«La paz se construye con hechos». Así reza en la convocatoria de los Juegos por la Paz del Brazo de Mompox y el Magdalena Medio, que este año llega a la décima edición y representan un gran ejemplo de gestión de la comunidad organizada de los municipios que anualmente participan en ellos.
Nelson López Durán, líder de la región, en 1989 sintió la necesidad de integrar a su gente y apoyado por un grupo de amigos emprendió la tarea de ofrecerles opciones de recreación y deporte a los habitantes de esta zona golpeada por la violencia.
El despegue fue en 1990, en la histórica y valerosa ciudad de Mompox, con el respaldo de Coldeportes Nacional y el Plan Nacional de Rehabilitación, y hoy puede afirmarse que el certamen está plenamente posicionado y es orgullo de las poblaciones ribereñas.
Metas que motivan
Cuatro objetivos básicos mueven este programa: El primero es llevar las justas a municipios donde no haya escenarios, para que dejen una herencia representada en canchas y placas polideportivas. La elección de la sedes es democrática. El segundo, buscar la integración de los pueblos del Río Magdalena para que se conozcan y busquen juntos el desarrollo de la región.
El tercero, luchar por la recuperación del Río y llamar la atención del país hacia esta arteria fluvial, a la que los habitantes consideran la mejor amiga porque les da el sustento diario.
Y tercero, aportar a la paz de la zona y por ende de Colombia. Los Juegos por la Paz del Brazo de Mompox y el Magdalena Medio son un ejemplo de hermandad, que posibilita la racionalización de recursos mediante esfuerzos colectivos. Por fortuna, cuenta con el auspicio de entidades gubernamentales, conscientes de su compromiso social.
Una labor quijotesca, digna del reconocimiento de todos, que apunta al clamor general del país y que eligió al deporte como medio pacificador del conflicto.