Un hombre lleno de solidaridad
Hace 29 años nació el Hospital Pablo Tobón Uribe, cuando Medellín seguramente apenas iniciaba su desarrollo importante en el sector de la salud. Desde entonces ha experimentado una evolución constante y progresiva hasta ofrecer la imagen y el liderazgo que ostenta hoy, siendo modelo en organización y administración en Colombia.
Todo el recurso humano trabaja con dedicación y esmero, fiel al postulado de ser un hospital con alma en servicios y en atención. Estos objetivos los cumplió a cabalidad su hoy ex director Iván Darío Vélez Atehortúa, médico y fundador del centro hospitalario, quien se destaca por su entrega, dedicación y calidad humana, los cuales han hecho, como dice su slogan, que este sea un «hospital con alma».
Luego de sufrir un grave accidente en su infancia, permaneció 22 días en coma y nueve meses sin salir del cuarto del hospital, experiencia que le iluminó su vocación y su espíritu de entrega a los demás.
Una vida para el servicio
A las dos de la tarde del 19 de agosto de 1935 llegó al mundo Iván Darío Vélez, el mismo que en el consultorio, al final de la tarde y hasta las nueve de la noche escucha, da consejos y pone remedios. Un jefe sin látigos y muy estimulante.
Jugó trompo y canicas y pelota vasca. Saltó polines, elevó cometas y montó «en pelo» a caballo y hoy está a la vanguardia de todo lo que presenta la tecnología del siglo XXI. Fue un buen estudiante (en la Normal Antioqueña, la Bolivariana, el Colegio de San Ignacio y la Universidad de Antioquia, de dónde egresó como médico).
Todos sus pacientes y amigos son sus hijos, así como Clara Cecilia, Luz Victoria, Carlos Ignacio, Jorge Mario, Gloria María y Luis Guillermo.
Iván Darío Vélez es, sin duda, un ejemplo de solidaridad para la sociedad colombiana. Con 69 años de edad se le ve con los ánimos de un muchacho de 20, siempre presto a colaborar y a ayudar al necesitado.