Deporte, Persona Ejemplar
Para Andrés, el deporte ha sido una batalla de siempre
Tenía diez años cuando un caballo lo tumbó. Andrés Botero Phillipsbourne corría en el equino y su padre iba más adelante, pero su caballo se asustó por una culebra y frenó en seco, Andrés salió despedido y cayó en un roca. Dolor, sangre. Fractura de codo.
Estaba en la finca que la familia tenía en Puente Iglesias. Seis horas se demoraron para llevar a Andrés de la Pintada a Medellín, porque en ese momento la carretera era destapada. “Llegamos y todos los médicos decían que había que amputarme el brazo. Estuvimos como en tres clínicas y yo estaba como desmayado y nos dijeron que había un doctor Darío Mesa que se había especializado en codos en Estados Unidos, que era un genio. Dijo que lo salvaba pero que quedaba sin movimiento. Papá dijo que sí”.
Como lo había dicho el médico, después de que se le retiró el yeso, Andrés no podía mover el brazo. Pero en unas vacaciones en Puerto Colombia, adonde iba toda la familia en diciembre, empezó a esquiar, así con un brazo quieto. La idea, que fue del padre, surtió efecto y “el brazo empezó a aflojar”.
Cada fin de año, el ahora director de Coldeportes, se encontraba en Puerto Colombia a la actrizJudy Henríquez, “que era una muchacha hermosísima”, y la veía esquiar con desenvoltura. Fue un reto, y así se fue haciendo mejor.
En 1959 participó en el Primer Campeonato Nacional de Esquí en Barrancabermeja, quedó de último. El segundo torneo, que fue en Paipa, quedó de cuarto. Hasta que en 1961, en Porce, se coronó campeón y así por 10 años seguidos. Fue campeón suramericano, campeón de una copa del mundo en Tahití y en 1972, cuando el esquí fue deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de Munich, fue uno de los latinoamericanos que esquió.
Fue obstinado, entonces en esos años de recuperación no tuvo nada más a mano que la testarudez ante un dictamen médico, por eso es que hoy lleva en sus espaldas el triunfo deportivo del país, la conquista de ocho medallas en los Juegos Olímpicos de Londres.
Hace unos meses, cuando Andrés volaba con el presidente Juan Manuel Santos, este le dijo que para Río 2016 quería cuatro medallas de oro, Andrés no chistó. Ahora, lo prepara n
“Hace cuatro años sabíamos que el proceso deportivo iba a llegar a algo interesante, y tuvimos resultados”.