El universo se confabula para que las cosas se den cuando algo se quiere con el corazón y se pone en acción. Así piensa y vive Luz Adriana Neira, la artífice de la Fundación Doctora Clown.
La entidad, fundada hace 19 años, es un gracias a la vida por haberse puesto a soñar en grande, y qué más grande que la sonrisa de un niño, dice ella, o doctora Glugli, su nombre artístico.
Una infancia entre carencias económicas, pero llena de amor de sus padres, la llevó a ponerse a disposición de los niños enfermos y a llegarles a través de la terapia de la risa. Es una convencida de que es un remedio infalible y lo explica: cuando alguien se baña o se cepilla hace higiene personal, y cuando suelta la carcajada hace higiene mental y potencia el cerebro.
La Fundación Doctora Clown la componen 41 profesionales entre sicólogos, artistas y terapeutas, y 400 voluntarios, y llega directamente a 8 ciudades del país. Para sostenerse, dice Luz Adriana, han tenido que reinventarse y ofrecer un servicio de terapia lúdica empresarial, todo por la ilusión diaria de hacer brillar los ojos de los niños enfermos en los hospitales, y de hacerlos sonreír.